Enrique Mercado Ocampo, cofundador de Mezcal Teyu’u, comparte la historia de una marca que va más allá de la bebida: es una expresión de cultura, conexión y respeto por las raíces del mezcal artesanal.
Lo que comenzó como un gusto personal por el mezcal se transformó en una empresa que hoy busca posicionar el verdadero espíritu de este destilado mexicano. Enrique Mercado, quien estudió mercadotecnia, y su esposa, comunicadora visual, siempre tuvieron la inquietud de crear algo juntos. Fue durante la pandemia que esa idea tomó forma, impulsada por la creciente pasión de Enrique por el mezcal. «Si uno no está enamorado de su producto, si no cree en el producto, ¿qué demonios haces vendiendo eso?», comenta Enrique, resaltando la importancia de consumir y disfrutar lo que se ofrece.
Un Nombre con Significado Profundo
El nombre de la marca, Teyu’u, no es casualidad. Nace de la frase mezcalera que dice que «el mezcal no se toma, se besa». Buscando una conexión espiritual y personal, Enrique encontró la palabra «besar» en el diccionario mixteco: «Teyu’u». Esta elección no solo es un homenaje a la forma en que se debe disfrutar el mezcal, sino también a las raíces culturales de la bebida, a pesar de que en la zona mixteca de donde proviene su mezcal, el zapoteco es el idioma predominante. La pronunciación correcta, con una pausa después de la ‘y’, es crucial, ya que «Teu» solo significa «corazón de árbol», otro elemento que, casualmente, se alinea con el simbolismo de la marca.
Un Logotipo que Cuenta una Historia

El diseño del logo de Teyu’u, creado por la esposa de Enrique, es una representación visual de su filosofía. Muestra dos quetzales dándose un beso, con un corazón y un agave detrás. El agave en el logo representa el «corazón de agave» o piña, el centro de donde nace el mezcal. La elección del quetzal como animal representativo es igualmente significativa. A diferencia de las imágenes más comunes y «rudas» asociadas a la cultura mexicana, como el jaguar o el lobo, el quetzal es un animal «abandonado de la mente de la gente», según Enrique. Sin embargo, su conexión con la historia y la cultura mexicana es profunda, recordando al penacho de Moctezuma y a la figura de Quetzalcóatl. El quetzal, un animal delicado y en peligro de extinción, simboliza tanto la fortaleza como la fragilidad de la cultura y la marca misma, elementos que Teyu’u busca proteger y preservar.
De un Primer Lote a una Trayectoria Formal
El camino de Teyu’u no ha estado exento de desafíos. Después de un primer acercamiento poco afortunado con proveedores informales, Enrique se documentó exhaustivamente para establecer la marca de manera formal y legal. Su experiencia como agente aduanal le brindó las herramientas para navegar el complejo mundo de las legislaciones.
El lanzamiento de la primera botella, un Espadín de 40% Alc. Vol., se realizó en julio de 2021, tras solo once días de intensa colaboración y diseño. Este rápido inicio es un testimonio de la determinación y el enfoque de Enrique y su esposa. La búsqueda del maestro mezcalero ideal fue crucial, y hoy, Teyu’u cuenta con un productor fijo, un joven de cuarta generación con una visión fresca y a la vez arraigada en la tradición.
Variedades y Compromiso con la Calidad

Actualmente, Mezcal Teyu’u ofrece una amplia gama de mezcales, todos disponibles en dos graduaciones: 40% y 48% Alc. Vol., una estrategia para atraer tanto a nuevos consumidores como a coleccionistas. Se planea una actualización próxima para subir los mezcales de 40% a 42% Alc. Vol., buscando una mayor diferenciación. Sus variedades incluyen:
- Espadín
 - Tepeztate
 - Tobalá
 - Coyote (actualmente esperando maduración de la planta)
 - Jabalí (con periodos de escasez debido al respeto por los ciclos de la planta)
 - Cuishe
 - Madre Cuishe (lanzamiento reciente en su cuarto aniversario)
 
Además de las variedades tradicionales, Teyu’u ha innovado con ediciones especiales como:
- Edición Pink: un Espadín abocado con grana cochinilla, un pigmento natural. Disponible en 40% y 48% Alc. Vol.
 - Etiqueta Black: un Espadín con 55% Alc. Vol., una de las graduaciones más altas permitidas para comercialización. Esta es una etiqueta interna y certificada, una de las únicas en su tipo.
 - Mictlán (Edición de Altar): Un espadín destilado con los elementos del altar de Día de Muertos y pechuga de guajolote, madurado un año en vidrio. Esta edición limitada y anual es un profundo homenaje a las tradiciones mexicanas, con solo 27 botellas producidas el año pasado.
 
El compromiso de Teyu’u con el campo y la sustentabilidad es inquebrantable. Sus mezcales son agave capón, que se deja reposar un año en tierra antes de la cosecha, asegurando un ciclo correcto y respetuoso con la planta. Teyu’u cuenta con la autorización de uso de la marca «Hecho en México», que más que una marca es una certificación, reflejando su cumplimiento con los requisitos para compartir sus productos a nivel nacional e internacional.
Posicionamiento y Desafíos del Mercado
Teyu’u ha encontrado su primera «casa» de venta en Casa Murciélago en Coyoacán, un referente en el mundo del mezcal en México. También se puede encontrar en otros lugares como Templo Mezcalería en el centro, Maestro Maguey en San José Insurgentes, la cantina Las Barricas (Parque Hundido y San Rafael), y en Mezcalería Komili en Garibaldi. Fuera de la Ciudad de México, Teyu’u está presente en Mineral del Chico, en Filwood Bar y Restaurante Bar Magos.
La marca busca expandirse constantemente, aunque reconoce la dificultad de competir con las grandes marcas comerciales que «bloquean» el mercado con precios y estrategias de marketing masivas. Enrique subraya que la competencia de Teyu’u no es por precio, sino por calidad. «La fortaleza de los mezcales tradicionales es la calidad del producto», afirma. Su objetivo es educar al consumidor general sobre la diferencia entre los mezcales artesanales y los industriales, promoviendo el disfrute de un mezcal puro y de alta calidad.
La Comunidad Mezcalera: Unión y Diversidad

Enrique identifica una división en la comunidad mezcalera entre los tradicionales (quienes cuidan, respetan y viven el mezcal y otros destilados mexicanos) y aquellos que solo buscan el enriquecimiento, descuidando la explotación del campo y del productor. Teyu’u se posiciona en un eslabón intermedio, no siendo productor, pero trabajando en estrecha colaboración con su maestro mezcalero, un joven de 25-26 años de cuarta generación, que comparte la visión de proteger las raíces mientras se avanza en el negocio.
A diferencia de la industria del tequila, que según Enrique, ha sido «hecha pedazos» por priorizar la política y el dinero sobre las tradiciones, la comunidad mezcalera tradicional se mantiene unida para asegurar la longevidad de este destilado. Teyu’u se niega a ceder ante presiones comerciales que comprometan su calidad y autenticidad, priorizando las raíces y los procesos tradicionales. Su visión de crecimiento incluye la incursión en otros destilados mexicanos tradicionales como el Sotol, y la creación de ensambles y nuevas expresiones de mezcal, siempre manteniendo la calidad y el respeto por la cultura.
La Esencia de Teyu’u: Autenticidad y Conexión
Al preguntar sobre lo que hace diferente a Mezcal Teyu’u, Enrique reflexiona: «La esencia de nuestra marca justamente es eso… sabemos de dónde venimos, hacia dónde vamos, lo que queremos hacer, lo que queremos cuidar, lo que queremos proteger, y sobre todo lo que queremos compartir». La sorpresa y la emoción al ver a alguien desconocido pedir su mezcal son un motor para la marca.
La verdadera diferencia de Teyu’u radica en su autenticidad, en la búsqueda de conexiones genuinas que el mezcal propicia. Es esa capacidad de unir a completos desconocidos en una amistad, solo por compartir un vaso de mezcal, lo que Enrique valora como la esencia más profunda de Teyu’u. Es un mezcal que no solo se bebe, sino que se vive y se comparte, construyendo puentes entre personas y culturas, y preservando una tradición milenaria para las futuras generaciones.

									
Wow! Excelente explicación, Teyu’u me encanta!
Gracias por compartir la historia